por adminFortium | May 17, 2016 | Fortium
El otro día mi hija de 14 años me vio leyendo “Expansión” y me preguntó: papá, tu que eres economista, ¿me dirías qué se puede hacer con el dinero?
Menuda preguntita, pensé…vamos a ver, si me das una cómoda con tres cajones para meter el dinero, en el de arriba pondría un letrerito “para gastar”, en el segundo “ahorros” y en el tercero “inversión”. Dependiendo de las circunstancias iría metiendo en uno y sacando de otro. Pensé que todo terminaría ahí… Pero no. Ahora me dice ¿te dan algo por llenar más un cajón que otro? La cosa se complica…
Bueno, creo que si en el de arriba hay dinero, la cosa va bien. Tendré como rentabilidad la satisfacción de comprar todo lo que necesitamos para vivir. Además, cuando consumimos, hay alguien que vende y recibe el dinero y otros fabrican lo que compramos y crean puestos de trabajo. Así, el dinero circula y es una rentabilidad compartida por muchos.
En cambio, si guardo el dinero en el cajón del medio, lo que quiero es asegurar mi capital y, dentro de un tiempo, recibir un interés. Desgraciadamente, si queremos que el dinero esté seguro, el ahorro da hoy muy poca rentabilidad (del 0 al 1%). Esto es así porque los gobiernos y los bancos centrales quieren que el dinero de este cajón lo saquemos para ponerlo en el de arriba o en el de abajo.
Y en el tercero ¿qué hay? Pues mira, invertir es comprar algo que, con el tiempo, valga más. Por ejemplo, comprar acciones de una empresa que va a generar beneficios, emplear el dinero en montar tu propio negocio, invertir en un inmueble que va a revalorizarse, comprar cosas como oro, joyas, arte…
Las inversiones subirán de precio si el dinero del cajón de arriba presiona hacia abajo. Más gente querrá comprar los pisos y las acciones que otros tienen y se generará una mayor demanda para la inversión. Esto podría provocar un bucle: el ahorro sigue dando una rentabilidad muy baja y las inversiones suben de precio, provocando una sensación de mayor valor que atraerá con más fuerza al dinero del cajón de arriba. Tendríamos una burbuja en las bolsas. Pero esa conversación la tendré con mi hija si estudia económicas…
Si los tipos de interés están muy bajos y no se espera que suban en bastante tiempo ¿qué va a pasar con el dinero? Si lo sacamos del ahorro tenderemos a consumir y a invertir más. Lo primero es muy fácil: voy más al cine y cambio de coche. Pero lo segundo es más complicado: montar tu empresa y que funcione bien no es nada fácil y a la gente no le gusta los altibajos de la bolsa.
Sin embargo, la pregunta del millón es: ¿qué pueden hacer miles de personas que quieren que su dinero esté seguro y genere una rentabilidad mayor del 1% y no están dispuestos a montar su propio negocio? Oyendo a la gente con la que hablo de economía y siguiendo los pasos de mis clientes, creo que es probable que sean dos las alternativas que se elijan en los próximos años:
– Quienes tienen sus ahorros en depósitos bancarios, fondos de inversión, planes de pensiones y cuentas de ahorro, irán pasándolos a productos de inversión: bolsa o acciones, fondos de renta variable, mixtos, fondos de renta fija corporativa, de países emergentes, productos estructurados, etc. Conviene buscar un buen asesor y que el tiempo demuestre que hemos acertado con él.
– Comprar un inmueble que genere rentas. Fácil de alquilar y ubicado en un lugar donde se venderá bien. Así, recuperaremos el capital invertido y habremos tenido unos ingresos superiores al 1% durante ese tiempo. Si comprar un inmueble y buscar un inquilino y mantenerlo, fuese tan fácil como entrar en un banco y contratar un plazo fijo a un año, estoy seguro de que el dinero pasaría del cajón del ahorro al de la inversión. Probablemente, tendríamos otra burbuja inmobiliaria. Pero eso lo dejo para otra conversación cuando mi hija sea mayor…
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Luis Pedroche
Fortium Family Office
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por adminFortium | Mar 29, 2016 | Fortium
Al plantearse emprender mediante el sistema de franquicia en hostelería o en “retail”, se requiere un riguroso análisis previo del proyecto, de la franquicia elegida y de la ubicación del local, así como una eficaz gestión.
Ventajas y riesgos
La ventaja de emprender mediante una franquicia es hacerlo a través de un negocio ya desarrollado, en el que su éxito ya está supuestamente comprobado y cuentas con la experiencia y el know-how del franquiciador, beneficiándote de su marca y de las economías de escala.
Sin embargo, el mayor riesgo es del emprendedor que pone su dinero. Si la aventura sale mal y hay que cerrar, esto podrá afectar levemente la reputación del franquiciador, pero será un problema importante para el emprendedor.
Análisis del proyecto y de la propia franquicia
Es necesario creer en el proyecto, en el producto y/o servicio que vamos a vender, pero sin exceso de optimismo, siendo realistas. Es deseable contar con una formación o experiencia mínima en el sector o similar. No obstante, esta falta de experiencia se puede suplir con apoyo externo que nos ayude a analizar y a tomar decisiones detenidamente.
Los sectores del “retail” o de hostelería suelen elegirse por sus bajas barreras de entrada (inversión reducida y pocos requisitos técnicos), aunque también son mercados saturados. Por ello, es conveniente delimitar qué subsectores y qué franquicias concretas pueden ser más interesantes a primera vista por nuestra experiencia como consumidores, recelando de aquellas que puedan ser una moda pasajera, que estén en exceso especializadas o que hayan crecido demasiado rápido. También es conveniente que tengan ya un cierto éxito.
Hay que estudiar con cautela, los datos económicos facilitados por la franquiciadora: costes de entrada, previsión de gastos, estimación de ventas, márgenes, ticket medio, punto de equilibrio, cuenta de resultados, presupuesto de tesorería, plazo de recuperación de la inversión, etc. y hacer nuestro propio estudio, siendo conservador con las ventas, lo contrario con los costes y hablando con otros franquiciados para conocer su propia experiencia.
Ubicación
Es imprescindible elegir una ubicación adecuada, comparándola con aquellas donde ya ha tenido éxito la franquicia, ver las sinergias con otros negocios y la competencia existente, así como los hábitos de consumo de los clientes, su frecuencia de paso, horarios, estacionalidad, etc.
Contratos
Los contratos de franquicia suelen ser casi de adhesión, con cláusulas de exclusividad de zona pero también de no competencia y otras gravosas para el franquiciado, que no debemos firmar. Es recomendable un contrato que esté en sintonía con el contrato de alquiler del local, dejando en ambos abierta la posibilidad para el franquiciado/arrendador de rescindirlos sin coste con un preaviso razonable. El precio del alquiler es uno de los costes fundamentales. Qué porcentaje de éstos va a suponer y si está dentro de la media de la franquicia es un indicativo a tener en cuenta.
Gestión del negocio
Es necesaria una buena gestión y una fuerte implicación en el día a día del negocio, centrándose en los aspectos clave del mismo y externalizando aquellas funciones no fundamentales. Igualmente, lo es la selección de un personal adecuado y motivado.
Plan de salida
Si los números no cuadran y no hay solución, como por ejemplo, reubicarse, hay que evitar una larga sangría y cerrar más pronto que tarde. Para ello, previamente habremos establecido un plan de salida y sus costes, negociando con todas las partes las mejores condiciones posibles.
Todo nuestro equipoFortium puede ayudarle en la selección de la franquicia, su estudio y su viabilidad y asesorarle con los distintos contratos, la gestión de licencias y trámites, así como en el asesoramiento fiscal y empresarial que implica. Dentro del equipo contamos con un especialista en la materia, Juan García, autor de este artículo.
Juan García
Fortium Family Office
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