Mindfulness gracias a la globalización

Mindfulness gracias a la globalización

Si analizamos las características diferenciadoras de este maravilloso momento de la historia que nos ha tocado vivir, con lo primero que nos encontramos es con la globalización, ese proceso a gran escala cultural, social, económico y tecnológico que nos lleva a que entre los distintos países del mundo exista una creciente comunicación e interdependencia llegándose a unificar sus culturas, sociedades y mercados a través de innumerables transformaciones de toda índole.

Sabemos que tradicionalmente la cultura occidental le ha dado mucha importancia a lo material, lo palpable y, como consecuencia de ello, también al culto al cuerpo, tomando como objetivo principal la reafirmación del ego, en contraposición con algunas culturas orientales en las que la mente y el control de ésta mediante técnicas de meditación prima sobre el enfoque materialista occidental. Su objetivo principal es en este caso la transcendencia del ego.

Dentro de este proceso de globalización, en las últimas décadas han aparecido en occidente innumerables prácticas orientales que tienen como denominador común al individuo cuerpo-mente y la búsqueda del movimiento y manejo de la energía para mejorar su canalización (yoga, tai-chi, aikido…). En este caldo de cultivo han surgido técnicas influenciadas por éstas pero de germen occidental como el coaching y más recientemente el mindfulness que nos ayuda a dominar el presente y a alejar la angustia que nos provoca el pasado doloroso y el futuro incierto. Esta técnica y la actitud que lleva asociada, está calando en numerosos sectores sociales y empresariales. Empresas como Google, IBM, Apple, Nike, KPMG, Vodafone, …la Nasa…..y hasta la Caixa, la recomiendan a sus empleados con el objetivo de, mediante la aceptación de uno mismo y de las circunstancias que nos rodean, conseguir reducir el stress, dar más espacio a la creatividad e incrementar la concentración. Con todo ello, además, se consigue un aumento de la productividad y nos sirve de antídoto contra nuestra cultura de “infoxicación” (exceso de información), los malos hábitos como la multitarea y las continuas interrupciones.

Os aseguro por experiencia que a este beneficio empresarial le acompaña un tremendo beneficio personal. Si conseguimos incorporar el mindfulness a nuestro día a día mediante sencillas practicas de meditación, acompañadas de una hora diaria de ejercicio físico, nos encontraremos con una mente sin límites, con energía no dispersa, libre de miedos y, por tanto, tremendamente creativa y receptiva al disfrute del presente. Abrazaremos la vida haciéndonos más humanos y mejorándonos como personas.

No pensemos más la vida, vivámosla hoy…

 

Carlos Carbajosa
Fortium Family Office

 

¿Dónde está la puerta de salida de este negocio?

¿Dónde está la puerta de salida de este negocio?

El inversor con experiencia, antes de acometer una inversión, además de cuestiones como la rentabilidad y el riesgo siempre mira dónde está la puerta de salida y cómo de difícil será cruzarla.

Una inversión potencialmente no muy rentable ganará atractivo si, en el caso de que las cosas vayan mal, es fácil salir y recuperar algo de nuestro dinero; o si piensas que hay gente que seguirá viendo interesante aquello cuando yo vea que no lo es. En este caso, estaremos “pasándole el muerto a otro”.

Este “muerto”, algunas veces lo será de verdad: por ejemplo, si detectamos que aquella empresa nunca llegará a ser rentable. Otras veces es más sutil: por ejemplo, el inversor tiene unos criterios estrictos y ha determinado que no entrará en una inversión que no empiece a generar recursos en un plazo de dos años. Al analizar el proyecto, lo ve rentable y, aunque piensa que puede cumplir su criterio de empezar a generar en el periodo indicado, también ve bastantes posibilidades de que los flujos no comiencen hasta los cuatro años, siendo esto muy malo para su configuración financiera. Pese a ello, nuestro inversor decide continuar porque ve una buena puerta de salida: sabe que ese suelo será muy apetecido aunque se retrase algo su desarrollo y que, si se ve forzado a vender, habrá muchas empresas del sector encantadas de “quitarle el muerto” porque sencillamente para ellas no lo será.

Lo opuesto a lo anterior, quedarse atrapado en una inversión, es una posibilidad de la que debemos huir. Díganselo si no a las empresas que tomaron participaciones en la creación de parques temáticos y de ocio en España. En muchos de ellos, tras una fuerte inversión inicial, pasan los años y ésta no se recupera. El parque pierde dinero si consideramos la amortización de la inversión, pero al menos genera ingresos para pagar los gastos operativos y financieros (cash-flow cero). Normalmente, si conseguimos vender nuestro paquete accionarial, será por mucho menos de su valor y habrá que escribir una fuerte pérdida en libros. Por ello, decidimos seguir año tras año: estamos atrapados en la inversión.

Como los negocios en franquicia están al alza, conviene advertir a futuros franquiciados sobre este riesgo. En muchas franquicias, la mayor parte de la inversión no es recuperable. Si me planteara cerrar el negocio, por mucho que en el activo tenga partidas como el canon de enganche, las obras y decoración del local (habitualmente un inmueble arrendado) o la maquinaria y mobiliario, que suelen ser muy específicos, el valor de liquidación de esos activos es nulo o muy bajo. Muchos franquiciados siguen trabajando porque no pueden permitirse perder esa inversión y así, al menos se sacan un sueldo (bajo), pero es que los números no permiten otra cosa… y rezan para que la situación mejore algún día.

Si miramos la situación desde el otro lado, el del franquiciador, las cosas son distintas: la inversión no es suya y el franquiciado se ve forzado a seguir y a pagar los royalties, que es lo que él busca. Algún defensor de la franquicia dirá que su éxito es que a los franquiciados les vaya bien; por eso los seleccionan con rigor y les asesoran en la inversión. Pero también es cierto que las franquicias luchan por expandirse y que sus ejecutivos tienen unos objetivos marcados. Si el franquiciador analiza candidatos a franquiciado ¿primará sobre el ejecutivo obtener sus objetivos, aunque dude de que sean verdaderamente capaces de llevar el negocio adelante? ¿o los rechazará porque piense que quizá tengan que cerrar?

Una idea para finalizar. Ahora que todos los negocios necesitan un periodo de recuperación de la inversión mucho más rápido (cambios tecnológicos, nuevos hábitos de consumo,…), puede ser engañoso que hablemos tanto de cash-flow y de ratios como el EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones). El centro de la inversión debe ser el beneficio…pero mucho mejor a corto plazo que a largo. ¡Del futuro, al fin y al cabo, poco sabemos y mucho menos si lo que hoy produce dinero lo generará mañana!

Manuel González-Toruño
Fortium Family Office

Si no estás en Google no existes

Si no estás en Google no existes

Hace unos días, hablando con el equipo técnico de Google, me comentaban lo importante que es para una empresa estar visible en su buscador. No hablo solo del posicionamiento de una página web, sino de la relevancia en cuanto a otros negocios, por ejemplo, en Google Maps.

Cada día son más las personas que para llegar a un sitio buscan en Google el nombre de la empresa o su dirección. ¿Qué sucede cuando esta empresa no aparece en Google? Con esto quiero recordar una frase que cada vez es más cierta: “Si no estás en Google no existes”.

Hoy quiero compartir con vosotros una herramienta para aparecer como empresa en Google.

–  El primer paso sería dar de alta a la empresa en Google My Business. Se trata de una herramienta que nos permite registrar nuestro negocio y así poder ofrecer más información a los clientes potenciales que estén utilizando el buscador. Una vez dentro de Google My Business, haces click en “acceder” y comienzas a rellenar datos.

–  Uno de los puntos a tener en cuenta es la categoría que debemos seleccionar. Dependiendo de la categoría, (hotel, restaurante, gestoría,…) aparecemos con mayor o menor relevancia. Es decir, dependiendo del tipo de negocio será más rápido o más lento que Google nos posicione tanto en el buscador como en Google Maps.

–  Una vez que hemos rellenado todos los datos, tendremos que esperar un máximo de treinta días para que nuestra cuenta de empresa de Google My Business esté verificada.

Una vez está la cuenta creada, es muy importante mantenerla siempre actualizada con fotos nuevas, información, reseñas de clientes… No existe una fórmula mágica para ser el primero en Google, pero una forma de conseguirlo es actualizar la página web y el perfil de Google My Business con frecuencia. Así le estamos diciendo al algoritmo de Google que somos importantes para los usuarios.

Un ejemplo de cómo quedaría un perfil de Google My Business:

Fortium-Family-Office

 

Álvaro Mariscal
Fortium Family Office

 

En vacaciones salvo el mundo

En vacaciones salvo el mundo

En mi clase de francés organizamos con frecuencia debates en torno a asuntos de actualidad. Esta semana el tema se llamaba “En vacances, je sauve le monde”. Nos ha tocado hablar de vacaciones solidarias y lo apasionada (a ratos, incluso acalorada) que se puso la charla, me ha animado a compartir un par de ideas con vosotros.

Cada vez más empresas proponen turismo humanitario o vacaciones de voluntariado. Pero, ¿son estos viajes realmente útiles? A primera vista parece algo claramente positivo, pero cuando profundizas encuentras ventajas e inconvenientes a partes iguales. Por ese motivo, debemos ser muy cautos para, con nuestra mejor voluntad, no provocar daños en las sociedades visitadas.

Cuántas veces nos preguntamos, ¿qué hago yo para que este mundo deje de ser una vergüenza? ¿cómo puedo permitir que tanta gente sufra tantas injusticias? En nuestro primer mundo de la superabundancia, quien más, quien menos, al ver todas las noches el telediario no puede evitar sentir mala conciencia…ese pellizco en el estómago.

Es por este motivo, que las vacaciones solidarias son un fenómeno imparable con un potencial enorme. Sin embargo, en este escenario se mezclan los que quieren contribuir a arreglar el mundo de verdad con los que, dando al negocio una apariencia solidaria, quieren hacer el “agosto”.

Para asegurarnos de que nuestra ayuda va al sitio adecuando, en primer lugar, hay que diferenciar entre acciones organizadas de modo permanente, normalmente a través de ONGs, unas más globales (Médicos sin Fronteras, Save the Children,…), otras más pequeñitas (Vicente Ferrer, Anesvad,…); y viajes puntuales para ayudar durante unas semanas en un campamento en el Sahara o una aldea en el altiplano boliviano.

En este tipo de viajes puntuales hay mucho espacio para el oportunismo. Hay agencias que organizan viajes en los que la ayuda que llega a las comunidades visitadas es mínima o nula. Otras veces, nos encontramos con que no estamos preparados para ayudar y que en dos semanas no llegamos a ser útiles y cambiamos entusiasmo por frustración. En otros casos, el objetivo se cumple, nuestro dinero y nuestra ayuda llega donde debe llegar y volvemos a nuestro primer mundo satisfechos y con las pilas cargadas: nada que objetar! Es una opción perfecta, si es lo que queremos hacer.

Solamente digo que estemos vigilantes y que analicemos muy bien quién está detrás de la organización, adonde va nuestro dinero y a qué vamos a dedicar nuestros quince días de vacaciones. Merece la pena que investiguemos un poco antes de embarcarnos en ese viaje solidario. Hay webs como www.cooperacionespanola.es o www.guiaongs.org en las que documentarnos.

Esta historia que os cuento, enlaza con algo que se convirtió en una verdadera fuente de inspiración para mí: a la vuelta de un viaje (no solidario) que hice a la India y a Nepal conocí una ONG llamada Sonrisas de Bombay www.sonrisasdebombay.org con la que colaboro desde entonces.

La fundó Jaume Sanllorente, un periodista que, tras chocar de forma brusca y casual con la realidad de la India, abandonó su acomodada vida en Barcelona para evitar el cierre de un orfanato en Bombay. La labor que desarrollan en los “slums” de esa ciudad es titánica. Dan educación y atención médica a miles de niños y niñas desfavorecidos, muchos de ellos rescatados de mafias de prostitución y de mendicidad.

En una ocasión tuve el privilegio de asistir a una cena organizada para recaudar fondos y a la que asistió él personalmente. Nos dijo que no hace falta que todos vayamos a la India y dediquemos nuestra vida entera a la causa. Cada uno tiene que buscar su forma de ayudar…y hay muchas. Y creo que tiene razón. Sólo hay que pensar de qué forma podemos ayudar, en nuestro barrio o en Bombay…eso es lo de menos. La cuestión es encontrar “nuestra causa”.

Si te parece que Sonrisas de Bombay puede ser “la tuya”, hazte socio. Además, puedes viajar allí (de hotel o de mochila) a visitar el proyecto y ver qué hacen con tu dinero. También ayudas comprando alguno de los libros que ha escrito Jaume Sanllorente. En particular, hay uno que te recomiendo leer porqué es maravilloso “Sonrisas de Bombay. El viaje que cambió mi destino”.

Me he tomado la libertad de hacer publicidad en esta nota, porque es sin ánimo de lucro y porque me ayuda a limpiar un poquito una conciencia bastante sucia. Gracias y buen fin de semana a todos!

Carlos Benguría Basabe
Fortium Family Office

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